El mes pasado, una pequeña empresa noruega llamada Thinfilm Electronics y PARC, el histórico laboratorio de investigación de Silicon Valley, presentaron una novedad tecnológica de forma conjunta, una película de plástico que combina transistores y memoria digital impresos.
La electrónica flexible como ésta puede ser un importante componente de productos en el futuro, como envases de comida que recogen y registran temperaturas, cascos sensores de impactos y juguetes inteligentes.
Pero la historia de cómo la tecnología de PARC (los transistores impresos) ha acabado emparejada con la tecnología de memoria de una desconocida empresa noruega, también nos muestra una visión de la batalla que Xerox lleva librando desde hace 10 años para cambiar su forma de comercializar las ideas que surgen en su programa de investigación y desarrollo.
Durante gran parte de sus 40 años de historia, el PARC (son las siglas en inglés del Centro de Investigación de Palo Alto) ha sido famoso tanto por desperdiciar nuevas tecnologías como por inventarlas.
El ratón, el interfaz gráfico de usuario y el menú en cascada nacieron todos en el PARC, pero fueron Apple y Microsoft quienes los comercializaron y los convirtieron en hitos de la industria del ordenador personal.
Si bien es evidente que Xerox comercializó la exitosa tecnología del PARC para la impresión láser, otros inventos del centro que acabaron por comercializar empresas distintas incluyen el trabajo en red Ethernet, el formato de archivo PDF y el papel electrónico.
En 2001, Xerox dijo basta. Ante los pobres resultados financieros, su directora general en ese momento, Anne M. Mulcahy, juró devolver los beneficios a la empresa. Como parte de ese esfuerzo, Xerox reincorporó el pozo sin fondo que era su centro de I+D como una empresa independiente denominada simplemente PARC, con órdenes de conseguir beneficios.
Las palabras claves de la nueva era eran “innovación abierta”; ahora los investigadores de PARC podrían asociarse libremente con el mundo exterior para afinar sus ideas y trabajar en cómo comercializarlas. “Cuando el PARC se separó en 2001, la innovación abierta y de colaboración se convirtió, en esencia, en el modelo de negocio para el centro”, explica Lawrence Lee, director de estrategia del PARC.
Fuente: technologyreview