Muchos de nosotros somos fans o francamente adictos a la excelente serie de televisión “The Big Bang Theory” que trata sobre una serie de Nerds/Geeks irremediablemente simpáticos y, recientemente se ha puesto candente el tema del supuesto diagnóstico psiquiátrico de Sheldon Cooper, el personaje considerado principal protagonista de la serie.
Como ustedes comprenderán muchos de los personajes creados para la televisión o las películas, como es el caso de Sheldon, poseen una psicopatología difícil de clasificar, debido a las necesidades dramáticas de la serie.
Un buen número de sus seguidores afirman que Sheldon exhibe rasgos prominentes de Trastorno Narcisista de la Personalidad pero, yendo más a fondo, su nula capacidad de empatía, su imposibilidad de adaptarse o entender las normas sociales y la rigidez en sus hábitos que raya en lo intolerable para los otros personajes de la serie así como sus numerosos y “peculiares” rituales, la intolerancia a la cercanía física y la dificultad para comprender, aunque sea a nivel superficial, el sentido del humor, sitúan claramente a Sheldon en el Espectro de los Trastornos Autistas… más específicamente en lo que hasta hace poco se consideraba el Síndrome de Asperger.
Ciertamente, ningún personaje de la televisión puede (o debe) reflejar fielmente un Trastorno Mental y del Comportamiento, pero es la mejor aproximación posible a este personaje entrañable. Aquellos que han opinado que Sheldon padece Trastorno Obsesivo Compulsivo no tienen idea de lo que dicen, pues un Trastorno Generalizado del Desarrollo, aunado a síntomas de otra enfermedad, prevalece siempre.
Así pues, el Asperger Sheldon tiene un trastorno (que no una enfermedad, que quede claro) que, aunque no sea de libro, encaja claramente en lo propuesto en el DSM-IV-TR… El DSM-V es otra historia, un claro retroceso en la taxonomía psiquiátrica, algo sin precedentes.
Para finalizar, y si hacemos caso a la clasificación actual, Sheldon se ha quedado, repentinamente, sin diagnóstico posible… ¡pobre doctor Cooper!
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