Teníamos conocimiento de que la NSA venia recopilado una gran cantidad de datos de los cibernautas a lo largo de los últimos años, pero ¿qué hacer con esos datos, cómo acceder a ellos, cómo compartirlos con otras agencias? Debido al gran volumen de datos y a la gran cantidad de personas afectadas no es viable simplemente crear una base de datos y esperar que los agentes la usen. No, en este caso la NSA cogió inspiración de Google y otras páginas web de búsqueda para crear ICREACH, su propio motor de búsqueda accesible para agencias de todo el mundo.
Este programa ha salido a la luz después de que el site The Intercept publicase nuevos documentos clasificados de la NSA, y explica cómo la agencia puso a disposición de otros países los metadatos que tenía sobre ciudadanos de todo el mundo. Estos metadatos se obtienen de las comunicaciones interceptadas, y aunque no incluyen el contenido de la conversación en sí, hay datos como la hora, la duración, los interlocutores, y su situación geográfica.
Aunque no parezca gran cosa, en realidad la utilidad de estos metadatos para rastrear a personas es muy valiosa para la NSA y otras agencias, ya que aunque no lo parezca nuestros metadatos nos identifican. Además, al poder acceder a estos metadatos tan fácilmente se han dado casos de agentes que los han usado para espiar a sus ex-novias, por ejemplo.
Hay dos grandes diferencias de ICREACH respecto a otros programas de la NSA: primero, se creó con el objetivo de que fuese fácil de usar, y de hecho los documentos oficiales lo mencionan como “un buscador como el de Google” en el que los funcionarios solo tuviesen que meter los datos conocidos de la persona a buscar. Segundo, está diseñado para compartir esta información con agencias de todo el mundo, pero más importante aún, lo hace sin necesidad de ningún tipo de orden judicial.
El Director de Inteligencia Nacional de EEUU ha declarado públicamente en respuesta a esta filtración que al permitir a otras agencias buscar este tipo de metadatos se evita que necesiten acceso a los datos brutos (como las conversaciones en sí), y que solo aquellos que reciben el entrenamiento apropiado dentro de la NSA pueden acceder a estos.
Fuente: The Intercept