En muchos de los ámbitos de nuestra vida cotidiana usamos sistemas que generan calor, la gran cantidad de veces este calor proviene de sistemas al estar en funcionamiento y haciendo uso de una energía. En la actualidad, dos tercios de la energía usada por estos se pierde en forma de calor. Sería estupendo poder procesar ese calor y transformarlo de nuevo en energía que pueda ser aprovechada.
Desde hace unos años se han creado sistemas con materiales semiconductores que son capaces de transformar el calor residual en electricidad, pero hasta ahora no era algo que funcionase correctamente como para comercializarlo, sobre todo porque tienen una baja eficiencia y los costes de los materiales eran muy altos.
En la actualidad los investigadores de un fabricante terminoelectrico, BSST están trabajando en un prototipo que mejora las prestaciones del sistema. Los trabajos los han estado realizando junto a Generar Motors, quienes lo comenzarán a probar después de verano en sus vehículos, concretamente en un turismo Ford, en una camioneta Chevrolet.
Este nuevo prototipo en el que está trabajando BSST cuenta con nuevos materiales termoeléctricos que funcionan bien a altas temperaturas, lo cual ha permitido mejorar la eficiencia del generador en un 40 por ciento. Esto haría que en un Chevrolet Suburban el dispositivo podría generar unos 350 vatios, lo que corresponde a un tres por ciento en el ahorro de combustible.
Uno de los grandes retos a los que se enfrentan los ingenieros es elegir adecuadamente los materiales usados para hacer los contactos eléctricos y términos, ya que si no se usan los materiales adecuados puede afectar además de al rendimiento del sistema puede aumentar el desgaste de este.
En los primeros prototipos que serán fabricados el sistema estará integrado en la sección del tubo de escape, que se cortará y se insertará el sistema termoeléctrico. No obstante, para el desarrollo de la tecnología es fundamental encontrar la manera de hacer sistema más grandes —que permitirían recuperar más energía— sin que el costo sea muy alto.
Esta es una tecnología a la que todavía le queda un importante camino por delante, el ahorro que daría actualmente no es demasiado y los investigadores calculan que llevará al menos cuatro años de investigaciones antes de se puedan llevar a los vehículos de producción.
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