Mucho se ha hablado sobre el gran poder contaminante que posee el aceite usado, y esto sin mencionar que las cañerías lo sufren si es vertido a traves de ella. Existen varias alternativas para lidiar con el aceite usado, pero este reciente desarrollo permite reutilizar el aceite con la ayuda de un poco de hidróxido de sodio y agua, convirtiéndolo en jabón casero.
Hace mucho tiempo que quiero un plato repleto de papas fritas con un buen bistec o lomo frito sobre ellas. Claro que habrá gente que vaya en contra de mi deseo culinario, y no solamente por el problema del colesterol. Pues aquí entra a tallar otro aspecto que usualmente es ignorado en las comidas fritas: el consumo excesivo del aceite y el destino que le damos.
¿Qué hacer con el aceite usado? Sabemos que tirarlo por el fregadero de la cocina está muy mal… un pensamiento típicamente derrotado por la conveniencia de dicha acción. También tenemos registro de proyectos que reutilizan el aceite para convertirlo en biodiesel, pero los entornos hogareños tienen otra alternativa: Fabricar jabón.
La fabricación de jabón no es tan complicada, al menos en teoría, pero el nuevo desarrollo de la diseñadora industrial Analía Blanco hace todo aún más sencillo. El nombre oficial de su invento es simplemente “Fábrica de jabón”, y se inspira en los métodos tradicionales para la creación de pequeños panes de jabón.
Utilizando medio litro de aceite, 80 gramos de hidróxido de sodio (léase “sosa cáustica” o “soda cáustica”) y medio litro de agua, la fábrica de jabón procesa los ingredientes por un espacio de 75 minutos, descargando el contenido en una bandeja con moldes ubicada en la parte inferior del aparato. Tras unas 48 horas de reposo/oreado/aireado, los jabones salen de sus moldes sin esfuerzo alguno.
El rendimiento aproximado es de 850 gramos de jabón por cada medio litro de aceite, y las dimensiones de esta “fábrica de jabón” definitivamente permiten que tenga un lugar en la cocina. Todavía no se sabe su precio de venta, o cuándo saldrá al mercado para su comercialización, pero la idea de fondo es aumentar la escala del proceso, un detalle que beneficiaría a potenciales usuarios como hoteles y otros lugares donde la reposición de jabón sea frecuente.
Visto en: neoteo.com