El siguiente artículo puede ser un tema sensible para algunos, pero consideremos que este es un medio donde podemos expresar sin tapujos sus complejos y vergüenzas por tener que lidiar diariamente con desodorantes que no resisten ante la potencia de tus axilas, abandonándote a media jornada, sea en la casa o en el trabajo. O bien para reconocer abiertamente que eres bastante poco amigo de la ducha diaria.
Podría haber pensado que esta idea provendría del pueblo coreano, que generalmente es anotado porque “huelen a ajo”, pero no; la noticia proviene de Japón. Las camisas fragantes de Otoko Kaoru (traducido significa algo así como “hombre bienoliente”) poseen micro cápsulas en el cuello que al rozar con la piel liberan un sutil olor a rosas y mentol y que -según sus creadores- dura por cerca de diez lavados, para luego pasar a ser una camisa común y corriente.
El precio de esta indumentaria bordea los US$35, pero como muchos artículos japoneses, por ahora sólo estará disponible en territorio nipón. Pese a ello, la compañía ya planea lanzar una línea de camisas de polo y pijamas.
Quizás no sea muy masculina la idea de literalmente oler a rosas, pero de seguro es mejor que ese terrible olor que expelen las glándulas sudoríparas axilares de ciertas personas.
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