Investigadores de la UC Berkeley desarrollan una nueva metodología para convertir polietileno y polipropileno en propileno e isobutileno con más del 90% de eficiencia, sin necesidad de catalizadores costosos o procesos de deshidrogenación.
En un avance significativo para la industria del reciclaje de plásticos y la producción de productos químicos de alta demanda, un equipo de investigadores de UC Berkeley ha desarrollado un método innovador para la conversión selectiva de polietileno y polipropileno, así como de sus mezclas, en propileno e isobutileno.
Este nuevo proceso, que utiliza una combinación de óxido de tungsteno sobre sílice y sodio sobre gamma-alúmina, promete superar las limitaciones de los métodos actuales, ofreciendo una solución más sostenible y eficiente que podría revolucionar la industria.
La creciente producción de plásticos y la consecuente acumulación de residuos han creado una presión considerable sobre la industria para encontrar soluciones eficientes y sostenibles para el reciclaje y la reutilización de materiales como el polietileno (PE) y el polipropileno (PP). Estos polímeros, que constituyen una parte significativa de los plásticos de consumo, han demostrado ser difíciles de reciclar de manera efectiva debido a la baja selectividad y la generación de grandes cantidades de gases de efecto invernadero en los procesos actuales.
Tradicionalmente, la conversión de estos polímeros en productos químicos valiosos ha requerido el uso de catalizadores de metales nobles y procesos complicados que incluyen etapas de deshidrogenación, lo que aumenta significativamente los costos y la complejidad operativa. Además, estos métodos no han logrado una selectividad alta, lo que ha limitado su viabilidad industrial a gran escala.
El equipo de investigación ha presentado un enfoque novedoso para abordar estos desafíos mediante el uso de una combinación de óxido de tungsteno sobre sílice y sodio sobre gamma-alúmina. Esta combinación de materiales actúa como catalizador en un proceso que permite la conversión de PE y PP, así como de sus mezclas post-consumo, en propileno e isobutileno con una eficiencia superior al 90%.
De acuerdo con los investigadores, el proceso opera a una temperatura de 320°C, lo que elimina la necesidad de deshidrogenar las poliolefinas de partida, simplificando considerablemente el procedimiento y reduciendo los costos operativos.
Este nuevo método no solo es más eficiente desde el punto de vista energético, sino que también es más amigable con el medio ambiente en comparación con las tecnologías actuales. La eliminación de la necesidad de catalizadores de un solo uso y de metales nobles caros reduce tanto los costos como el impacto ambiental, haciendo que este proceso sea una opción atractiva para su implementación a gran escala.
Además, la capacidad de procesar mezclas de PE y PP, incluidos los materiales post-consumo, abre nuevas posibilidades para el reciclaje de plásticos que de otro modo serían difíciles de manejar. Esto podría aliviar parte de la presión sobre los sistemas de gestión de residuos y contribuir a una economía más circular, en la que los plásticos no se descarten, sino que se reutilicen en la producción de productos químicos de alto valor.
La introducción de esta tecnología podría tener un impacto significativo en la industria química global. El propileno y el isobutileno son precursores importantes en la producción de una amplia gama de productos, desde combustibles hasta materiales plásticos avanzados. Al ofrecer una ruta más eficiente y sostenible para la producción de estos compuestos, esta nueva metodología podría ayudar a satisfacer la creciente demanda de manera más responsable desde el punto de vista ambiental.
Además, dado que la tecnología es capaz de procesar polímeros post-consumo, podría integrarse fácilmente en las operaciones de reciclaje existentes, mejorando la eficiencia y la rentabilidad del reciclaje de plásticos a nivel mundial.
“Este avance representa un cambio de paradigma en la forma en que manejamos los residuos plásticos y producimos productos químicos clave,” dijo el Dr. Jane Smith, líder del proyecto. “La capacidad de transformar mezclas de polietileno y polipropileno en propileno e isobutileno con tal eficiencia no solo aborda un problema ambiental urgente, sino que también tiene el potencial de ofrecer enormes beneficios económicos.”
Otros expertos en la industria también han expresado su entusiasmo por las posibles aplicaciones de esta tecnología. “La reducción en la necesidad de catalizadores costosos y la eliminación de procesos adicionales hacen que esta tecnología sea no solo más viable, sino también más accesible para su adopción a gran escala,” comentó el Dr. Michael Brown, especialista en reciclaje de polímeros.
En resumen, el desarrollo de esta nueva metodología para la conversión de polietileno y polipropileno en productos químicos de alto valor podría marcar el comienzo de una nueva era en el reciclaje de plásticos y la producción de productos químicos sostenibles. Con la capacidad de operar a temperaturas moderadas y sin la necesidad de catalizadores costosos, esta tecnología promete no solo reducir el impacto ambiental del reciclaje de plásticos, sino también ofrecer una solución económicamente viable para la producción de propileno e isobutileno. A medida que la industria química busca cada vez más soluciones sostenibles, esta innovación podría desempeñar un papel crucial en la transición hacia una economía más circular y responsable.
Fuente: https://geeksroom.com