Cuando una empresa es exitosa en una actividad, muchas veces cree que es capaz de serlo en muchos otros aspectos, y mientras es cierto que las más grandes suelen logran sus objetivos con sus nuevos proyectos, hay muchos veces en la que este no es el caso.
El último ejemplo de ello fue el plan de los supermercados sin cajeros de Amazon, un proyecto llamado «Just Walk Out», que se traduce del inglés como «simplemente sal andando» y hace referencia a un sistema en el que los clientes cogen los productos que quieran pero no tienen que pasar por una caja a que les escaneen los productos y pagarlos, sino que simplemente pueden irse andando con su cesta de la compra llena.
Obviamente estos productos no son gratis, sino que la compañía propiedad de Jeff Bezos usaba un sistema de cámaras, sensores y escáneres que detectaba qué productos cogía cada cliente y los anotaba en una lista virtual que estaba conectada a la cuenta de Amazon del usuario, y en el momento en el que este abandonaba la tienda con su compra, se le efectuaba el cobro a su cuenta.
Lo cierto es que estas tiendas tan solo estaban disponibles en un puñado de países, y los hechos demuestran que para nada eran rentables, ya que alrededor de 700 de las 1.000 tiendas de este tipo que tenía la compañía tenían que supervisión humana.
Y es que, según reportan algunos medios, tan solo en la India Amazon tenía contratadas a más de 1.000 personas que estaban vigilando constantemente a los clientes y analizando los vídeos de las cámaras para que nadie robase, lo que hacía que la ausencia de cajeros perdiera sentido.
Esta opción le es mucho más rentable para Amazon, al no requerir un complejo y muy caro sistema de sensores para detectar qué coge en cada momento cada cliente. A su vez, gracias a la pantalla integrada en el carrito, los usuarios podrían ver cuanto han gastado, por lo que todo el mundo sale ganando.
A pesar que el sistema «Just Walk Out» fue puesta fuera de servicio, casi en su totalidad, Amazon reconocio que lo iba a mantener en unas pocas tiendas del Reino Unido, con la esperanza de poder mejorar la tecnología y poder hacerla rentable de cara al futuro.
Fuente: eleconomista.es