La duración de la batería sigue siendo uno de los mayores dolores de cabeza para los fabricantes de dispositivos móviles. Aunque marcas como Apple han logrado avances, alcanzando por ejemplo los 4.674 mAh en el iPhone 16 Plus, esta cifra aún no satisface a muchos usuarios que buscan no tener que cargar su teléfono todos los días.
Este desafío no es exclusivo de los smartphones; afecta también a los coches eléctricos, ordenadores, dispositivos wearables y prácticamente cualquier aparato doméstico con batería. Con el tiempo, la capacidad de la batería se reduce debido a la degradación natural de los materiales y el desgaste tras cientos de ciclos de carga. Sin embargo, una investigación innovadora de la Universidad de California (Estados Unidos) podría ser la clave para resolver este problema: han desarrollado una batería que parece ser prácticamente «eterna».
Mya Le Thai, una estudiante de doctorado, lleva trabajando en esta investigación desde 2016 con su equipo, y juntos han presentado un prototipo que soporta hasta 200.000 ciclos de carga, manteniendo un rendimiento excepcional en condiciones de uso normales.
Este prototipo ofrece una autonomía impensable, que podría durar hasta 400 años sin pérdida de capacidad. Es una cifra impresionante, considerando que las baterías de los dispositivos actuales suelen comenzar a degradarse después de entre 300 y 500 ciclos de carga. Además, los materiales de esta batería revolucionaria han mostrado una resistencia notable, sin señales de daño tras los experimentos.
El enfoque de Mya Le Thai y su equipo es tan ambicioso como innovador. Han diseñado una batería de nanocables recubiertos de oro, combinados con dióxido de manganeso y un gel conductor. La idea inicial era mejorar la resistencia de los cables en baterías convencionales para extender su vida útil a unos 5.000 o 7.000 ciclos de carga. Le Thai superó esta meta, alcanzando mucho más que las 300 cargas que suelen soportar las baterías actuales.
Durante las pruebas, los investigadores descubrieron, casi por accidente, que esta «nanobatería» podía resistir 200.000 ciclos de carga en solo tres meses. Además, las pruebas posteriores indicaron que la batería podría mantener su integridad durante siglos sin perder su salud inicial.