Proteger la documentación interna es tan importante como mantener a salvo nuestros datos personales, contraseñas y demás información privada que pueda perjudicarnos. En el trabajo pasa lo mismo. Nuestro ordenador debe estar protegido ante el acceso de cualquier intruso (aunque forme parte de la misma oficina) para evitar disgustos y conflictos varios.
Para mantener nuestra seguridad a salvo bastará con hacer algunos gestos. Por simples que te resulten, los siguientes consejos te ayudarán a hacer más hermético el acceso a tus informaciones, como individuo y para proteger todos aquellos contenidos que sean confidenciales y susceptibles de captar el interés de cualquier persona interesada en saber un poco más.
A continuación, presentamos diez consejos básicos para proteger la red de la oficina de espías.
1) Proteger con contraseña el protector de pantalla de tu PC.
En un día normal de trabajo sueles tener abierto el navegador, el correo electrónico y los programas de uso más habitual. Tu PC debería estar protegido para evitar disgustos si te levantas de la mesa para ir a recoger unas fotocopias o para reunirte con tu compañero. Lo más recomendable es proteger el salvapantallas del ordenador. Así, aunque te olvides de bloquear el equipo, tu dispositivo quedará protegido de cualquier compañero bromista o malintencionado. Puedes elegir que tu ordenador quede bloqueado de manera automática antes de cinco minutos.
2) Utilizar un sistema para generar claves más seguras y complejas.
Puedes escogerlo tú mismo, siempre teniendo en cuenta que necesitas incorporar cifras, letras o símbolos para que sea una clave verdaderamente segura. En la red existen varios programas que generan contraseñas aleatorias. Cámbiala de manera frecuente y aunque la gran mayoría de empresas ya tienen configurado un sistema de protección automático, trata de tener en cuenta este consejo, por si tu compañía no aplicara esta medida de seguridad. Por otra parte, te recomendamos memorizar las contraseñas y no apuntarlas nunca en un papel.
3) No abrir correos electrónicos de dudosa procedencia.
En primer lugar deberías asegurarte de que cuentas con un buen filtro de spam que pueda protegerte de cualquier ataque. No obstante, si se cuela algún correo electrónico cuya procedencia no está muy clara, lo más recomendable será que no te molestes en abrirlo y que lo envíes directamente a la papelera, creando una nueva regla de spam en tu programa de correo electrónico. Cuidado con los archivos adjuntos que podrían contener programas maliciosos (malware) e instalarse de manera instantánea en tu ordenador.
4) No descargar programas de Internet si no son de una fuente segura.
Puedes bajarte programas de la Red para disfrutar de distintas utilidades (hacer capturas de pantalla, editar imágenes, generar documentos PDF, etcétera), pero no olvides hacerlo siempre desde sitios seguros, que puedan garantizarte la descarga de software sin sorpresas desagradables.
5) Revisar el antivirus y mantener todas los PCs actualizados.
Trata de instalar un buen antivirus en todos tus ordenadores. Las firmas de seguridad suelen ofrecer paquetes para proteger distintos equipos a la vez. Trata de elegir un antivirus fiable, aunque sea una de las opciones gratuitas que actualmente están en el mercado. Si tienes dudas sobre esta cuestión, te recomendamos contactar con una empresa de seguridad o establecer un buen plan con tu equipo de informáticos.
6) Asegurarse de que mandamos información al destinatario correcto.
Si sueles enviar mensajes de correo electrónico y documentación a muchos destinatarios, ten cuidado con los adjuntos y con el listado de remitentes. No estaría bien que un informe confidencial llegue a manos de una persona de fuera de la empresa o que una nómina caiga en manos de una lista de distribución errónea.
7) Destruir los discos duros que ya no vayamos a usar.
Con el avance tecnológico los ordenadores van “envejeciendo” prematuramente y suelen terminar ubicados en un rincón de la oficina. Es importante contar con una política definida en este sentido, que contemple una destrucción segura de los equipos y discos duros para que no se escape información importante de la empresa.
8) Mantener bajo llave los equipos con información privilegiada.
Servidores, routeres, interruptores y módems tienen que estar muy bien protegidos. Las empresas suelen tener estos equipos en una habitación especial. Protégelos con contraseñas y cerrojos. Trata de localizarlos en espacios físicos discretos y contrata un buen servicio de protección para evitar la entrada de cualquier intruso a través de cualquier software malicioso.
9) Asegurarse que todos los equipos portátiles estén protegidos con contraseña.
Hay que proteger los ordenadores que están en la oficina, pero también todos los equipos portátiles que tengas vinculados al trabajo. Así, activa el desbloqueo con contraseña en tus teléfonos móviles o tabletas, por si acaso las perdieras. De ese modo, nadie podrá acceder a la información de tu empresa, que también podría estar en los dispositivos móviles. Instala también un buen antivirus y trata de mantener un riguroso control de todos los documentos y programas que abres o instalas en ellos.
10) Tomar medidas para proteger la red WiFi de la oficina.
Las redes WiFi suelen instalarse en las oficinas por distintas razones, una de ellas la de facilitar el acceso a Internet en cualquier sala de la empresa. Planifica bien el alcance de la instalación, cambia los datos de configuración que trae el router por defecto y oculta el nombre de la red, para que ningún intruso pueda intentar una conexión. Utiliza un protocolo de seguridad avanzado y apaga el router durante los fines de semana o periodos vacacionales.
Para una seguridad más avanzada, consulta con un experto que pueda asesorarte, puesto que existe la posibilidad de crear listas de de control de acceso y de autenticar las personas concretas que pueden acceder a la red.
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