El mexicano Gilberto Esparza creó el proyecto “plantas nómadas”, pequeños robots que tienen plantas adentro y que funcionan de forma simbiótica con ellas. Conviven dentro de ella vegetación y microorganismos de manera conjunta y armónica.
Cuando las bacterias requieren alimento, el robot autosuficiente se mueve a las orillas de ríos contaminados y “bebe” agua. A través de un moderno mecanismo de procesamiento dentro de una celda de combustible biológica, los elementos contenidos en el agua son descompuestos y transformados en energía eléctrica.
El exceso de liquido es utilizado por las plantas, permitiendo que completen su propio ciclo de vida. El proyecto es realizado en el Centro de Arte y Creación Industrial de Gijón en España, como una forma de llamar la atención respecto al rol de las máquinas en las grandes ciudades.
Enlace: Pflanzenroboterkunst (Nerdcore)