En estos últimos años, en el campo de la ciencia robótica ha habido grandes progresos. Especialmente, en el área de los sentidos hubo grandes logros, como es el caso de la vista y el oído, pero el olfato y el gusto todavía se quedan atrás y qué decir del sentido del tacto, quizás el más difícil de copiar.
Pero eso podría cambiar ahora con la presentación de una nueva piel electrónica sensible a la presión, compuesta de germanio y silicio envueltos en una película de poliamida. El prototipo mide cerca de 7.6 pulgadas cuadradas, y será capaz de detectar varias presiones entre 0 y 15 kilopascales, lo que sería el equivalente a tipear en un teclado o sujetar un objeto pequeño.
La moderna piel puede cambiar su espesor en respuesta a los cambios de presión, controlado por condensadores integrados. Ya vislumbramos en un futuro cercano los nuevos Robots que sentirán el contacto físico y las diversas reacciones que este nuevo descubrimiento conllevara a modernas aplicaciones en la robótica.
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