Hasta hace poco se creía que las ballenas y los delfines no poseían el sentido del olfato. Sin embargo tras un estudio realizado por especialistas, publicado en la revista Marine Mammal Science, se acaba de demostrar lo contrario.
En dicha investigación, el profesor Hans Thewissen, del Colegio de Medicina de la Universidad del Noreste de Ohio (EE.UU.), disecciono las cavidades del cerebro de una ballena de Groenlandia o ballena boreal, estos animales tienen un bulbo olfativo grande y desarrollado que les permite oler.
Análisis posteriores revelaron que las ballenas de Groenlandia cuentan con proteínas receptoras olfativas funcionales, los cuales proporcionan a dichos mamíferos marinos la infraestructura bioquímica para retener olores.
A diferencia de la mayoría de las ballenas, las de Groenlandia tienen fosas nasales separadas, lo cual le permitiría ser capaz de sentir la dirección de donde proviene un olor particular y en especial de sus alimentos.
«Creemos que son realmente capaces de oler el krill y pueden usar este sentido para localizar a sus presas», explica el profesor Thewissen, que añade que «el krill huele a col hervida».
Enlace: Marine mammal science