Se llamó Autoped y comenzó a fabricarse en 1915 en la ciudad de Nueva York. En 1916 –hace un siglo exacto- la publicidad ya invitaba a usarlos en nombre del progreso y la eficiencia.
Durante los cinco años iniciales que estuvo a la venta, costaba 100 dólares adquirirlo. Dotado de un motor de 162 cm3, alcanzaba 40 km/h y consumía 1,9 l/100 km. Constaba de luz frontal para poder usarlo por la noche y era plegable.
No obstante, no tuvo un gran éxito de ventas. En Nueva York dejó de fabricarse en 1921. En Europa, por su parte, tuvo una aceptación mayor. El gigante alemán Krupp tomó las riendas de su producción en 1919, pero tampoco duró mucho: en 1922 dejó de producirse definitivamente.
Y no sería porque se le diera poca publicidad: con un diseño similar al de las scooter de los 90, fue muy anunciado, especialmente como vehículo de mujeres, como puedes ver en la imagen adjunta.
Fue muy utilizado por carteros y policías, que hicieron sus repartos de correspondencia y patrullas, respectivamente, a bordo de estos aparatos. Incluso hay quien afirma que los gángsters, tan en boga por aquellos años, los empleaban para huir de la policía.
Fuente: autopista.es