Resulta que la industria aérea no es el mayor contribuyente al calentamiento global, después de todo. Según un estudio conjunto de la Universidad de Copenhague y NASA (Junto con los anestesiólogos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan), Los gases anestésicos utilizados por los médicos y odontólogos en los procedimientos médicos tienen un fuerte impacto ambiental.
El estudio indica que un kilo de gas anestésico, que actualmente está en vías de ser prohibido en la Unión Europea, puede afectar el medio ambiente de la misma manera que 1.620 kilos de CO2. A diferencia de los gases de efecto invernadero CO2 y otros similares, no hay obligación legal de informar sobre la utilización de gases anestésicos.
Uno puede pensar que la cantidad de gas utilizada en una sola cirugía no es una cantidad grande, pero resulta que la cantidad anual de gases de efecto anestésico liberado en la atmósfera ha tenido el mismo impacto que las emisiones CO2 de un millón de coches.
El estudio fue publicado en el «British Journal of Anestesia», donde el investigador principal, Ole John Nielsen, profesor de química atmosférica de la Universidad de Copenhague, aseguró a la comunidad médica que no todos los gases anestésicos dañan al medio ambiente. «Se estudian tres gases diferentes en el uso regular de la anestesia, que no son igualmente dañinas», nos da a entender el profesor Nielsen.
«Esto debería hacer que los anestesiólogos se tomen un momento y recapaciten sobre el verdadero efecto de tal o cual anestesia en nuestro medioambiente y tomar la debida nota al respecto. Si los tres compuestos tienen un valor terapéutico iguales, hay muchas razones para elegir el de menor «potencial de calentamiento global”, dice el profesor Ole John Nielsen.
Enlace: bja.oxfordjournals.org