En el Reino Unido ha hecho su primera aparición en público, el primer Volkswagen Beetle que funciona en base a lo que se vota en las alcantarillas. Su presentación oficial ha tenido lugar en la ciudad de Bristol, en donde se anuncia como «un nuevo impulso para utilizar energía renovable».
Este singular modelo de auto es alimentado por gas metano, el cual se genera en el proceso de tratamiento de aguas residuales. El Bio-Bug, como cariñosamente ha sido bautizado, requiere los desperdicios de 70 hogares de la ciudad de Bristol para usarlo por todo un año.
Por supuesto, que hablamos de un promedio de 10,000 millas anuales, lo que nos parece muy aceptable. Aun así, cabe preguntarse si la novedosa idea tenga la acogida, que sus creadores tienen pensado, dentro del público usuario. Quién sabe, ya que en la India y China usan gas comprimido natural (CNG) para sus vehículos, mientras que solo en Suecia hay 11,500 vehículos con metano sacado de plantas de tratamientos residuales.
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