David De Rothchild lidera un equipo de navegantes a bordo de un pequeño navío hecho a base de 12.500 botellas de plástico (de esas que consumimos y botamos), el mismo nos recuerda las grandes aventuras que nos narra Julio Verne en sus esplendidas obras literarias.
Partieron desde San Francisco y llegarán a Australia en la aventura de los nuevos tiempos: llevan una pequeña planta desalinizadora, tienen hasta un “gimnasio” para mantenerse en forma generando electricidad (mediante unas bicicletas especiales) y logran y envían vía Flickr unas extraordinarias fotos de su visionario viaje.
La lista de sus auspiciadores, la conforman grandes empresas como: Helew Paackart, la National Geographic y lo importante radica en la capacidad de convocatoria global que las aplicaciones web hoy en día nos ofrecen: Cobertura desde la mitad del pacífico transmitiendo via twetter, Flickr, Facebook.
Van relatando desde ópticas impactantes su inventario de lo que le queda de vida al mar. Es una experiencia para meditar y luego acompañar Globalmente. Un equipo de artistas con visión de conciencia sin dogmas desde una embarcación artesanal, pero construida y proyectada para condiciones críticas de supervivencia.
En verdad una verdadera cruzada de la modernidad, un reto para la imaginación y un panorama desconcertante. Como proyecto web es el mejor ejemplo de la ola denominada web 2.0 ya que integra todos los avances y conceptos de diseño, participación de los seguidores; manejo en tiempo real y conexión con todos los medios que se quieran sumar.
