A través del análisis de muestras tomadas del suelo marciano, el Cursiosity, que lleva consigo equipos de gran envergadura para llevar a cabo diversos análisis, ha sido capaz de determinar el alto contenido en agua del terreno marciano, nada menos que un 2 %, además de una importante presencia de cloro y oxígeno así como minerales carbonados que sólo se forman en presencia de agua.
La importancia del hallazgo es determinante puesto que con visos a futuras exploraciones tripuladas a Marte los astronautas podrán excavar allí para obtener el agua que necesiten, aunque deban valerse de un procedimiento de calentamiento de minerales para evaporarla.
Lo cierto es que se esperaba la presencia de agua allí y sólo faltaba confirmar mediante un análisis como este que efectivamente la había además de la proporción de su presencia. Hace años la sonda Phoenix realizó algunas mediciones indirectas que se basaban en mediciones atmosféricas o desde la órbita marciana con análisis espectrográfico, pero en este caso el análisis del Curiosity ha sido directamente sobre el propio terreno, lo que supone una evidente mayor precisión.
Según los científicos de la NASA, las habituales tormentas de polvo marcianas permiten que se formen sedimentos con minerales provenientes de zonas remotas, de manera que aunque el análisis se realice sobre una única zona en la práctica es casi como analizar una amplia porción de terreno circundante por la acumulación de minerales provenientes de otras zonas arrastrados por las tormentas.
Visto en: theinquirer.es