La gran congestión vehicular ha conducido a que las personas tarden más tiempo que nunca en ir y regresar del trabajo todos los días. Según un informe realizado al respecto (Statistics Canada), se pierden en promedio, el equivalente a 12 días completos por año.
Según este mismo informe, diariamente casi el 86% de los canadienses conducen todo el trayecto, o parte del trayecto, hacia su trabajo; la cuarta parte está 90 minutos o más sentada al volante todos los días. Esto basta para producir la ira al volante hasta en la persona más dócil.
Si conducir en el tráfico pesado rumbo al trabajo te causa enojo y frustración, sigue algunas reglas que hemos recopilado para que el viaje sea lo más tranquilo.
1. Ten una lista de música especial para el trayecto: una para ir al trabajo y otra para relajarte de camino a casa. Un estudio descubrió que las personas que escuchan música cuando están atoradas en el tráfico tienen menor probabilidad de enojarse que quienes no escuchan música.
2. Dentro de lo posible trata de evitar las horas pico. Es una forma obvia de hacer un mejor trayecto, pero muy pocas personas se molestan en buscar alternativas. ¿Qué alternativas viables tienes? Trata de posponer o adelantar tu hora de entrada y salida del trabajo.
Adelántate a las multitudes y sal más temprano, para que tengas un tiempo productivo antes de llegar al trabajo: por ejemplo, ir al gimnasio, desayunar con calma o resolver algo pendiente.
3. Define otras rutas alternativas para el trayecto. Esto tiene que ver con el control. Si sabes que puedes tomar otro camino, de manera automática te concedes mayor control sobre la situación.
4. Usa el radio para tareas múltiples. Programa en el radio tu estación favorita de música y una estación de noticias para enterarte de lo que pasa en el mundo.
5. No juzgues a los demás conductores. Un conductor muy estresado se enoja cuando otro lo rebasa. Cuando alguien va más lento que él, también se enoja. Se enoja cuando los demás olvidan hacerle una señal, si su auto es más grande o si van escuchando la música a volumen muy alto. Olvídate de eso. Las reacciones exageradas ante los demás conductores es un camino seguro hacia el estrés, el dolor de cabeza y el enojo.
6. Olvídate de que estas en una competencia. Serpentear y acelerar no te hará ganar más que unos cuantos minutos, pero incrementará tus niveles de estrés. Baja la velocidad y conduce con calma; así es más agradable.
7. Ponte lo más cómodo posible. No se trata nada más de ponerse el cinturón de seguridad. Antes de salir a la calle, asegúrate de que el soporte para la cabeza esté justo detrás de ella, alineado con tus orejas. Acomoda el asiento y el volante para que te sientas más cómoda. Revisa todos los espejos y fíjate que no tengas que inclinar o estirar el cuello. Ahora sí, ponte el cinturón.
8. Sal 30 minutos antes de lo normal. Los estudios han descubierto que cuando se tiene menos “urgencia por tiempo” o cuando no estamos preocupados porque vamos a llegar tarde, el estrés durante el trayecto es mucho menor.
9. Prueba una ruta con menos “altos” o “detenciones”. Poder conducir tramos largos es mejor si el tráfico fluye y no tienes que detenerte en muchos semáforos, vueltas y cruces peatonales. Para casi todos nosotros nada es más estresante que intentar avanzar rápidamente en una calle abarrotada.