La gran sustentación y baja carga de ala del Zero, junto con su bajo peso lo convirtieron en el avión ideal a velocidades inferiores a 400 km\h. Ya que esa era su velocidad optima de maniobrabilidad y potencia motriz, con lo que podía realizar cualquier maniobra a capricho del piloto.
Los pilotos del Zero aprendieron a usar su excelente capacidad de maniobra para virar más y, en ocasiones, ganar altura más rápidamente que los aviones aliados. Cuando los Estados Unidos pusieron en juego nuevos aviones con mejores características que los anteriores, ningún piloto podía permitirse el despiste de subestimar a un Zero.
Sin embargo, el Zero era más difícil de controlar cuando su velocidad se acercaba a los 500 Km\h. Aunque podía alcanzar un techo de más de 10.000 metros, perdía su velocidad de ascensión y su gran maniobrabilidad entre 15.000 y 20.000 pies.
Su poco peso, el motor relativamente poco potente de tan solo 980 caballos y el ala de alta sustentación impedían que el Zero picara bien.
Diseñado por el magnífico ingeniero Jiro Horikoshi, el Zero recibió este nombre como consecuencia del sistema de numeración que empleaba la Fuerza Aérea de la Marina Japonesa.
Ese sistema asignaba a los aviones el último dígito del año en que comenzaban a producirse. En el caso del A6M, el año fue 1940, por lo que se le denominó «caza Tipo 0 (Zero)».Despues el Zero se perfecciono y nació la versión A6M5 que pesaba un poco más por su mayor blindaje y sus mejoras en el armamento. De todos los Zeros que se fabricaron hoy solo queda uno en el mundo.