Mucho de nosotros sabemos que un aparato de aire acondicionado puede consumir diez veces (o más) la energía que gasta un ventilador. Conocedores de este detalle, tal vez leyendo este artículo te animes a fabricarte un aparato de aire acondicionado casero y de paso ahorres un poco tu economía.
No se necesita gran cosa, pues en su construcción, se utilizan materiales fáciles y baratos de conseguir, pero tampoco esperes que el resultado sea tan bueno como tener un split de aire acondicionado en tu habitación, simplemente será mejor que la brisa de un ventilador.
Aparte de un ventilador, se necesitan tubos, una bomba de agua, una cubeta para el agua con hielo, y algunas abrazaderas de plástico. La idea es poner justo delante de la corriente de aire del ventilador un tubo en serpentín con agua fresca circulando por su interior.
Para ello hay que abrir el ventilador y fijar a su rejilla delantera un tubo de cobre que iremos doblando, con cuidado de que no se nos abolle y rompa, y fijándolo a la rejilla con las abrazaderas (o cualquier otro elemento que tengamos en mente).
La parte más complicada es la de conectar la tubería a la bomba de agua, llegando a ella con el diámetro apropiado de tubo, por eso lo más razonable es emplear tubo de plástico en la parte final, como se puede ver en las fotos.
Esta pequeña obra de ingeniería, si la completamos con un filtro, mucho mejor. Hay que buscar un equilibrio entre la potencia de la bomba y la cantidad de agua helada que podemos ser capaces de mantener en el depósito, ya que el agua se irá calentando por el intercambio de calor que se produce en el ventilador.
Es una buena idea que la cubeta de agua esté bien aislada térmicamente, así como la parte del tubo que está fuera del ventilador, y por supuesto tener un buena cantidad de hielo en nuestra refrigeradora (ya sea en cubitos o en botellas) para ir reponiendo. Según sus creadores, este sistema casero de aire acondicionado será más eficiente si utilizamos agua salada.
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