La buena alimentación es una de las mejores armas que tenemos para combatir las enfermedades, y en especial el cáncer. Sin embargo, el efecto sería mucho mejor si dichos alimentos fueran de color rojo o morado. Un estudio reciente realizado por la Universidad de California revela que los alimentos de estos colores, ricos en antocianinas, son capaces de contrarrestar el crecimiento de células enfermas en nuestro cuerpo.
Las antocianinas son sustancias responsables de darle ese color purpura y rojizo a una diversidad de frutos, entre los cuales podemos mencionar: el arándano, el maíz morado, la cereza, la ciruela entre otros. Los investigadores determinaron que las fibras contenidas en estos frutos y vegetales ayudan a combatir el cáncer de colon, haciendo lento el crecimiento de toxinas y en algunos casos deteniendo el crecimiento de células malignas.
Con el fin de lograr una dieta destinada a combatir el cáncer, los expertos norteamericanos aconsejan no abusar del consumo de grasas ni de comidas hechas con harina refinada. Estas sustancias, afirman, puede “desacelerar” el tránsito intestinal y exponer la mucosa a agentes dañinos con resultados fatales para el organismo.
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